miércoles, 14 de abril de 2010

El crimen perfecto

Mi amiga Karla, mi querida Charles, Charlotte, Charly, Karli, Karlangas y Karlicia en el pais de las Pamelillas (la obra que hizo que nuestra amistad sea tan singular) Sí, ella. Gran chica, gran amiga, puede ser la persona más buena y la persona más distrina, también.

Todo comenzo una tarde que fuimos a Casas e Ideas, ella buscaba un regalo para su novio, yo buscaba una cartuchera. Y entre caminatas por tazas de café con diseños divertidos y cartucheras de muy bebitos, encontramos una cosa, una cosa pequeña y mounstrosa, era una criatura, que tirabas de una pita y vibraba, Charly no pudo dejarlo, seguia tirando de la pita, se había encariñado con aquel mounstrito de felpa, debo admitir que yo también, era muy simpático a pesar de que su cara no estaba en alta definición. No encontramos nada, ninguna cartuchera tenía la magia que yo tanto buscaba para mis colores diarios, y ningún regalo era lo suficientemente varonil para el novio de Karlos. Salimos y antes de cruzar la pista vimos, que el muñeco estaba en su mano, nos sentimos culpables por un momento, pero lo quisimos mucho, luego. Era único en su especie, era el único que quedaba despues del meteorito gente que se llevó a sus amigos.

Y así nació nuestro querido Robbin Hurtado (creo que el nombre que le puse le queda muy bien)
No nos gustó la menera de la que fué consebido pero aún así lo amamos.
Nos relaja en los momentos más tensos, y hace que mi distraida amiga Karla no pierda más las llaves.

Por favor, acabo de confesar el robo más lindos que hemos tenido, bueno y una vez que robé un ganzito marinela y mi papá me castigó una semana sin Nickelodeon. No nos acusen, estoy en proceso de dejar mi vida criminal atrás. Robbin ahora tiene un hogar mejor y es feliz, al igual que yo.

No hay comentarios: